Llega la parte más dura del invierno y es necesario que tu seguridad, siempre lo más importante al ir sobre cuatro ruedas, gane aún más enteros. Por este motivo, una revisión del coche de cara a la época con más frío, lluvia, viento, hielo y nieve es fundamental para tener siempre tu vehículo a punto, listo para su correcto funcionamiento. ¿Qué debes tener en cuenta a la hora de chequear la seguridad del coche en invierno?

Batería

La batería es una de las partes del coche que más sufre en esta época, debido a las bajas temperaturas, ya que los químicos que se encargan de generar energía se resienten con el frío. Por ejemplo, es posible que se descargue a una mayor velocidad de lo habitual. Si la batería es antigua (más de tres años) es recomendable cambiarla antes de tener un serio contratiempo al intentar arrancarla una mañana. En estos casos, mejor prevenir que curar y asegurarse de que su estado es idóneo comprobando el estado de carga con un voltímetro o una app móvil. Si el valor está por debajo de 12 voltios hay que recargar o sustituir la batería.

Neumáticos

Siguiendo con otro de los elementos del automóvil que más batalla en invierno contra las inclemencias climáticas, le llega la hora a los neumáticos. Obviamente, en cualquier momento tienen que estar en buen estado, pero si durante una época la precaución con ellos debe ser máxima, esa es el invierno, debido al descenso de las temperaturas, el asfalto mojado o, en casos más extremos, una carretera helada o con nieve. El óptimo estado de las ruedas es fundamental para evitar deslizamientos indeseados en forma de aquaplaning.

A la hora de revisar los neumáticos hay que tener en cuenta ajustar correctamente la presión y comprobar que no hayan perdido aire. La profundidad del dibujo de las ruedas no debe superar el límite legal establecido (1,6 milímetros). Y en zonas en las que el invierno es más duro es aconsejable equipar el coche con unos buenos neumáticos de invierno, en lugar de cadenas, para así ganar en seguridad durante la conducción por carreteras nevadas. A partir de ciertas temperaturas, las ruedas habituales pierden su efectividad y es peligroso circular con ellas, pese a que estén en buen estado. Con los neumáticos de invierno ganarás en adherencia, tracción y frenado.

Frenos y líquidos

Otro sistema fundamental en la seguridad del coche son los frenos, que con el frío conviene revisar porque pierden bastante eficacia, aumentando así las posibilidades de sufrir un percance. Las pastillas de freno deben estar totalmente limpias y sin humedad para que no rocen con los discos. Además, conviene asegurarse del estado del líquido de frenos, pues con las bajas temperaturas es probable que se pueda congelar y deteriorar. Si notas muy blanco el pedal revisa rápidamente el sistema y rellena el depósito del líquido por completo. Otros líquidos que también pueden sufrir este tipo de contratiempos en invierno son el del limpiaparabrisas, el refrigerante, el anticongelante y el aceite.

Limpiaparabrisas y gomas

Aunque puedan parecer menos importantes también hay que cuidar durante los meses más gélidos los limpiaparabrisas. Al pasar mucho tiempo a la intemperie, una escobilla en mal estado puede dejar una indeseable marca a su paso al usarla para limpiar el parabrisas en días de lluvia, por lo que lejos de cumplir con su función para ayudar a la visibilidad harán todo lo contrario. Si las ves muy desgastadas debido a los cambios de temperatura y a su exposición al sol, cámbialas. Pero no te fíes solo de su aspecto, ya que la goma puede estar en mal estado. Es mejor prevenir y comprobar que su uso, cuando llegue el momento, va a ser correcto.

Llegado el caso también conviene comprobar el estado de las gomas de las puertas, pues el frío extremo mengua la estanqueidad de las juntas, entrando frío o agua en el interior del vehículo. Los polvos de talco o soluciones de glicerina (nunca productos que contengan silicona) protegen de estos daños estructurales.

Sistema de climatización y botiquín

Aunque pueda parecer más un lujo que una necesidad, el sistema de climatización del coche es otro elemento a revisar en invierno, especialmente si las temperaturas bajan demasiado en el termómetro. En estos casos, el confort va acompañado de la seguridad, ya que además de mitigar el frío sirve para reducir la condensación y desempañar los cristales, asegurando una correcta visibilidad. Si el radiador de la calefacción se obstruye debido a los residuos es recomendable realizar una limpieza a fondo de todo el sistema.

Por último y ante la posibilidad tanto de sufrir un contratiempo como de tener que socorrer a terceras personas, no olvides comprobar el estado de los productos del botiquín y de todos tus accesorios, para que puedan cumplir su importante función llegado el momento. Como mínimo es recomendable ir equipado con gasas, vendas, guantes, tijera, alcohol o agua esterilizada, apósitos y algodón.

Con estos tips y la siempre recomendable precaución y previsión al volante, tanto tu coche como tú estaréis preparados para superar otro invierno más sin sustos ni contratiempos. El frío, la lluvia y la nieve pueden resultar peligrosos, pero si revisas y refuerzas la seguridad estarás totalmente preparado para conducir en todo tipo de situaciones y por todo tipo de carreteras.

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